Más sobre PUBG Mobile
PUBG Mobile pertence a los Battle Royale popular. Parte de su triunfo en Android es que en contraste con Fortnite, puede ser descargardo desde Google Play y funciona con básicamente algún teléfono inteligente Android.
Además de ajustar sus controles, tendremos la posibilidad de cambiar de forma manual los parámetros gráficos del juego para hallar un mejor desempeño, dado que el modo automático no en todos los casos adivina como debiera.
Como todo juego de manera gráfica riguroso, PUBG Mobile se va a poder presenciar a su máxima calidad en relación de la capacidad de hardware de nuestro dispositivo. No es semejante jugar en alguno de los nuevos buques insignia del mercado, que en un teléfono inteligente de bajas habilidades técnicas.
Video explicativo
En cualquier situación, PUBG puede ser ajustado para que la vivencia sea lo más bien que se pueda en esos móviles que nos son muy poderosos. Hay que acordarse, que la preferible alternativa es cambiar los gráficos desde nuestro juego, dado que usar apps de otros para cambiar los gráficos puede conllevar el baneo de tu cuenta.
GRÁFICOS
Vamos a poder jugar tanto con la calidad de los gráficos, como con los frames a los que se desplaza el juego. Lo iniciativa es ir mezclando configuraciones hasta que la vivencia sea la ideal. Hay que tomar en cuenta que cuanto más baja sea la calidad, más complicado va a ser ver a los contrincantes y distinguirlos entre árboles o hierba. En esta situación, vamos a poder seleccionar desde los más bajos hasta una alternativa Ultra HD.
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Arvhivo del juego
¿PUBG DE PC ES LO MISMO QUE EL DE MÓVIL?
PUBG Mobile es precisamente el mismo juego de plataformas: se nos va a lanzar desde un colosal avión de cargo a una isla totalmente desierta donde deberemos batallar contra cientos de players por subsistir y proclamarnos como el ganador y exclusivo usuario en pie.
Esta iniciativa multijugador, tan eficaz como simple de abarcar mata o te matarán, nos va a llevar a conocer un gigantesco mapa en el que debemos conocer elementos, armas y enseres que nos ayuden en nuestra titánica labor de supervivencia, mientras el lote de guerra se va reduciendo de manera progresiva cada cierto tiempo.
No, no te mentiré y te diré que es la panacea absoluta en controles táctiles, pero sí debemos resaltar que es un juego de plataformas que está planeado y ajustado con mucha sabiduría a la plataforma de trabajo táctil de los teléfonos inteligentes y tabletas, con una correctísima disposición de botones virtuales y un manejo de inventario muy lógico y práctico.
Siguiendo la recurrente disposición del joystick virtual y el movimiento de la cámara con la utilización del pulgar derecho, muestra un control simple de abarcar y de muy ligera acción y descubrimiento.
Saltar, agacharse y disparar tienen sus propios iconos de acción ligera, algo recurrente en el género dentro de la plataforma móvil de Apple y Android, pero la verdad es que nos han parecido mejor empleados que en oportunidades anteriores gracias a un uso muy acertado de el diseño.
No nos valdrá bastante disparar, apuntar en primera persona o trastear en el inventario, de esta forma como desplazarnos por el usuario o inclusive conducir los transportes que tengamos la posibilidad hallar por Erangel.
¿Todavía hay bots en el juego?
Sí, PUBG Mobile utiliza una secuencia de bots e individuos controlados por la máquina en las primeras partidas para contribuir a la aclimatación progresiva del jugador en el ámbito competitivo y hallar que te sientas triunfante y pletórico, pero la verdad es que se puede jugar y realmente bien contra otros players, más que nada en móviles o tabletas de enorme pulgada, algo que nos permitirá ganar espacio plus y evadir que nuestros propios dedos ‘estorben’.
Entonces, no, a lo mejor la vivencia de control no es equiparable a la de PC o consolas, y ni bastante menos puede llegar a hacerle sombra a la mortal conjunción de teclado y ratón que triunfo puede ofrecernos si la llegamos a controlar con exactitud absoluta.
Ofrece un control táctil muy eficaz, práctico e capaz, más que nada cuando nos habituamos tras escasas partidas a él de manera mecánica y recurrente.